Las palabras que se han dicho no se pueden “des-decir” y tienen el poder de fortalecer, o destruir a una persona. Cuando escogemos ser compasivos, somos parte de la solución, dándole a otros la oportunidad de tener éxito.
— Marissa, Abogada, madre, amiga, persona en recuperación
Toda persona, incluso aquellas en recuperación, tiene el derecho a etiquetar su enfermedad como lo desee. Este lenguaje es común en entornos de apoyo entre pares. Sin embargo, el público general y los profesionales de la salud no deben usar el mismo lenguaje.
Aquí hay dos escenarios de un estudio en el que se describió al paciente a los especialistas en salud mental. Note sus diferentes reacciones.
Los investigadores escucharon:
“La causa de su problema es un estilo de vida imprudente y decisiones insensatas.”
“Se lo debería condenar a prisión como llamado de alerta.”
“Las medicaciones no lo ayudarían; el problema es uno de compromiso.”
Los investigadores escucharon:
“Sus problemas son genéticos o hereditarios.”
“Para ayudar a que el Sr. Williams se mantenga en curso, el juez debería iniciar un tratamiento más intensivo.”
“Se le debería recetar medicaciones.”
El lenguaje tiene el poder de cambiar percepciones, mejorar el tratamiento de la adicción y luchar contra el injusto estigma de esta enfermedad. Para apoyar a la recuperación, debemos cambiar cómo hablamos de la adicción.
Escuche a la Dra. Sarah Wakeman, una destacada experta en adicción, hablar del impacto que tiene el vocabulario estigmatizante sobre la calidad del tratamiento, y por qué tipo de lenguaje lo debemos remplazar.
Escuche a expertos, individuos y familias hablar sobre el impacto del lenguaje y el estigma en su tratamiento y recuperación.
Utilice los siguientes recursos para ampliar su aprendizaje.
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la comunidad de programas de 12 pasos, familiares y amigos. Lo mejor de mi recuperación es que he podido trabajar en un área que ayuda a sobrevivientes de violencia doméstica como yo – incluso muchos que luchan contra el uso de sustancias. Muchos sobrevivientes son estigmatizados por la sociedad y a veces por sus propios seres queridos. En mi campo, “alcohólico” o “adicto” suelen ser sinónimos de “abusador”. Quiero trabajar para dar fin a ese estigma y normalizar la recuperación de estos sobrevivientes.”
