Mi nombre es Audrey y una de mis metas en la vida es normalizar el tratamiento por uso de sustancias para los sobrevivientes de violencia doméstica.
Cuando huí de mi abusador, me liberé de él, pero no de mi adicción; continué bebiendo y usando para aliviar el persistente dolor y el trauma. Desde el 22 de octubre de 2016, estoy libre de drogas y alcohol con la ayuda de un maravilloso centro ambulatorio de rehabilitación, la comunidad de programas de 12 pasos, familiares y amigos. Lo mejor de mi recuperación es que he podido trabajar en un área que ayuda a sobrevivientes de violencia doméstica como yo – incluso muchos que luchan contra el uso de sustancias. Muchos sobrevivientes son estigmatizados por la sociedad y a veces por sus propios seres queridos. En mi campo, “alcohólico” o “adicto” suelen ser sinónimos de “abusador”. Quiero trabajar para dar fin a ese estigma y normalizar la recuperación de estos sobrevivientes.”