El don de la recuperación

Un informe reciente comparó a 10 000 participantes de programas de Alcohólicos Anónimos (AA) y otros programas de Facilitación de Doce Pasos (TSF, por sus siglas en inglés) con los resultados de otros tratamientos. El informe demostró que los programas AA/TSF son tan eficaces como los tratamientos establecidos para aumentar la abstinencia. Esto constituye una opción muy accesible y menos costosa para muchas personas. Las reuniones de AA son frecuentes, gratuitas y no requieren cita previa. Además, los lazos que se forjan a partir de la experiencia compartida de la adicción —y de la confianza y la seguridad generadas en un entorno de grupo— son fundamentales para ayudar a las personas a mantenerse en el camino de la recuperación. 

Existen pruebas de que los grupos de autoayuda integrados por personas que comprenden el proceso de recuperación tienen un efecto beneficioso en las personas con trastornos por consumo de sustancias. Un estudio analizó los «servicios de apoyo para la recuperación prestados por pares», incluidos preparadores para la recuperación, viviendas para la recuperación y programas universitarios para la recuperación, y descubrió que las intervenciones de los pares tenían resultados positivos. Los sistemas de apoyo entre pares, como el acompañamiento y las viviendas para la recuperación, mejoran la vida de las personas con trastornos por consumo de sustancias y producen mejoras estadísticamente significativas en el consumo de sustancias o en los resultados de la recuperación. Las viviendas para la recuperación pueden ayudar a fomentar la sobriedad gracias al apoyo de los pares en combinación con estabilidad y estructura, lo que a menudo incluye trabajar en la comunidad y asistir a reuniones, como las que ofrecen Alcohólicos Anónimos o Narcóticos Anónimos. 

La mayoría de los estudios han demostrado que la fe tiene un efecto positivo tanto para ayudar a prevenir la adicción como para impulsar el éxito de quienes se están recuperando. De hecho, casi tres cuartas partes de los programas de tratamiento de adicciones en EE. UU. incorporan algún aspecto de espiritualidad, y la mayoría de los programas de Facilitación de Doce Pasos, como Alcohólicos Anónimos, alientan a los miembros a recurrir a Dios o a un Poder Superior para que los guíe en su camino hacia la sobriedad. Se ha descubierto que los centros de tratamiento basados en la fe, los programas de recuperación y los grupos de apoyo incorporan muchas de las mismas técnicas y prácticas recomendadas para el tratamiento de las adicciones que se utilizan en los servicios de asistencia social, incluidas las teorías y los procesos de cambio conductual, lo que puede explicar, en parte, su eficacia demostrada.